20091005

De lo cotidiano...


  • El resplandor amarillo y penetrante
    cuece la piel mientras mi ser se impacienta
    se deshace en el resplandor de vida
    que provoca una tarde silenciosa, pesada.



  • La cocina fría como un refugio diario
    los olores penetran dejando su sello
    como la peculiar luz que se cuela a veces
    la avena y los limones existen por un tiempo
    como un regalo de lo cotidiano, todo existe y desaparece.



  • La tarde es sombra
    y el ocaso aumenta mi pesar
    la lluvia es sueño que cae
    luz de atardecer podrido
    que cabe en el bolsillo oscuro
    de una puta, amistad.


Alegría negra que cubre mi rostro,
sinceridad ciega que nubla honestidad
pero la monotonía descubre otro día
y ahora trae consigo la alborada
esperanza, fé, de andar.



  • El vacío de noche
    se abre ante la nostalgia del sueño.
    Los ruidos del mar
    consuelan al hombre.
    La luna como leche
    ilumina y da vida
    a los sentidos.




  • Agua que corre lejana
    llena un vacío airoso
    en la soledad constante del mundo
    la pobreza del alma
    crea un frío
    sin darnos cuenta
    caen, como torrente sanguíneo
    Nuestros actos en la tierra.





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